Desde los años noventa la movilidad urbana ha sido una de las principales preocupaciones de las geografías de género. En efecto, algunas geógrafas afirman que la movilidad expresa por un lado una articulación clara entre fenómenos sociales y territoriales y, por otra, es una de las experiencias cotidianas que más inciden en la calidad de vida urbana. Esto ha permitido constatar que los procesos de movilidad urbana son heterogéneos y desiguales, en la medida que tanto la estructura urbana, así como los comportamientos individuales y la percepción de los espacios urbanos están de diferentes formas influenciados por los factores socioculturales tales como género, edad, tipo de actividad, entre otras. El presente trabajo intentará abordar estas relaciones a partir de la articulación movilidad y espacios urbanos. En primer lugar se desarrollará una reflexión teórica sobre los estudios de cuerpo, género y ciudad, asimismo su relación con  la movilidad en particular centrandonos específicamente en los actos de embodiment, es decir la dimensión espacial del  encorporamiento en las práctica de movilidad y la interdependencia. Observando experiencias de movilidad en la Ciudad de México, intentará dar cuenta sobre ¿cómo se mueven las mujeres,? ¿Cómo se mueven? ¿Con quien se mueven? ¿Cómo adquieren signifcación iformasespecíficas  de movilidad? ¿Qué otros movimiento se permiten?.  

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