En el contexto actual de celebración de megaeventos en Rio de Janeiro, se ha puesto en marcha un programa de transformación urbana, social y económica en algunas favelas estratégicamente situadas en la ciudad con el fin de asegurar el buen transcurso de los eventos deportivos (Copa Mundial de Fútbol 2014, Juegos Olímpicos 2016) y revalorizar e integrar los territorios históricamente excluidos de la ciudad al vasto proyecto de renovación urbana al que ésta se ve sometida. El punto de partida es la implantación de Unidades de Policía Pacificadora (UPP) - control armado del territorio con el objectivo de desarticular las organizaciones del narcotráfico implantadas en las favelas cariocas desde los años 1980. Las UPP han permitido la abertura del territorio a visitantes y nuevos habitantes, favoreciendo así el desarrollo del mercado immobiliario y turístico, y han aportado nuevas regulaciones en los ámbitos público y privado de la favela: nuevos padrones de conducta, nuevos modos de habitar. Emergen así nuevos conflictos de vecindad, disputas entorno a la apropriación del territorio, amenazas de expulsión que instigan los actores locales a comprometerse y movilizarse en procesos de reivindicación por el derecho a la ciudad. Una etnografía de más de 12 meses realizada entre 2012 y 2015 en las favelas Chapéu Mangueira y Babilônia ha permitido acompañar su transformación abrupta y las actividades asociativas, políticas y culturales que en ellas emergen; las fiestas y la ocupación del espacio público seran tomadas como ejemplo.

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