Desvelaremos los efectos de las relaciones de poder en los Centros de chicas tuteladas. Instituciones inscritas en una sociedad patriarcal, las cuales pueden generar otras formas de desprotección, a pesar del encargo social atribuido en base a los derechos de la infancia: el de protección, atención y educación. Mediante una etnografía en diferentes Centros de chicas adolescentes en situación de tutela de Cataluña, tomaremos como objeto de estudio los actos de poder que siguen perpetuando la violencia de género en la socialización de chicas tuteladas,  así como las consecuencias y efectos que puedan producir el paso por la institución. Veremos que la institucionalización de la infancia y adolescencia desencadena procesos de estigmatización en las chicas que transitan y habitan estos centros. Ofreciendo una nueva categoría que ocupar: chica de centro. Ser chica supone una posición de desigualdad en el mundo respecto al ser chico, no obstante, ser adjetivada con el peso de los significantes de menor en protección, supone el añadido de nuevas etiquetas que ocupar, junto con la violencia simbólica que esto implica. Siendo visibilizada como adolescente en riesgo y quedando ensombrecida toda lógica de atención a las violencias producidas por la desigualdad de género, en muchos casos, puede conllevar  una invisibilidad de su posición de niña/mujer en el mundo.

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