Desde disciplinas como la Filosofía del Derecho, la Ciencia Política y la Sociología se ha evaluado el alcance y limitaciones del concepto de ciudadanía en cuanto a la cobertura de las necesidades humanas, la garantía de derechos, la consolidación de la Democracia y la construcción de una sociedad de Bienestar. Este término, igual que el de Exclusión al que va estrechamente ligado, no es estático, sino dinámico y cambiante y, desde un planteamiento crítico-propositivo, no podemos quedarnos en “lo que es”, sino en “lo que debiera ser” el alcance y desarrollo del pleno estatuto de Ciudadanía, denunciando las limitaciones de acceso y el ejercicio de los derechos. La Ciudadanía no será plena si los ciudadanos no tienen la oportunidad de participar activamente en la consecución de la satisfacción de sus necesidades y este proceso se inicia y se proyecta desde la esfera individual, grupal y comunitaria, en los espacios de la vida cotidiana. En este marco, un grupo de investigadores sociales y profesionales del trabajo social, unidos en torno al Observatorio sobre la exclusión social y los procesos de inclusión en la Comunidad de Madrid, venimos investigando sobre los procesos de desapropiación y reapropiación de los espacios de ejercicio y construcción de la ciudadanía; haciendo uso de metodologías de Investigación acción participativa y técnicas etnográficas, en base a coloquios y asambleas tanto entre profesionales del trabajo social como entre personas afectadas por múltiples factores de exclusión y de diferentes entornos territoriales de la Comunidad de Madrid. En esta comunicación querríamos centrarnos en una parte de los resultados de este proceso: la percepción y ejercicio de la ciudadanía desde un enfoque de diversidad, atendiendo a las diferentes subjetividades, vivencias, percepciones y prácticas de la ciudadanía por parte de las personas y grupos categorizados como excluidos y etiquetados según perfiles o condiciones sociales y etnoculturales.