Uno de los mayores retos para un investigador de campo reside en la dificulta práctica de establecer contacto por primera vez con informantes clave, especialmente cuando el objetivo de la investigación plantea el desarrollo de un estudio de caso basado en aspectos de su historia de vida. Una vez que se ha entablado un vínculo de confianza entre investigador e informante, se puede lograr la obtención de la información necesaria para el estudio planteado. Sin embargo, volver a campo años después y recurrir nuevamente a un antiguo informante para una nueva investigación puede suponer una estrategia que agiliza el trabajo y sustenta la fiabilidad de la información, pero que entraña también desafíos metodológicos como la reconstrucción del vínculo con el interlocutor y la neutralidad del investigador. Esta ponencia describe la experiencia de trabajar por segunda vez con dos informantes clave para el proyecto "Factores domésticos en el pronóstico de vida de los adolescentes y jóvenes de hogares de bajos ingresos en México". Ambos informantes, una mujer y un hombre de 19 años de edad son jóvenes que radican en Iztapalapa, Ciudad de Mëxico, con quienes había una experiencia previa de trabajo de investigación en el año 2015.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo