Transferencias de capital y migración indígena
Con el incremento de la migración internacional de zonas indígenas, es cada vez más notorio el impacto de las remesas en sus comunidades. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), éstas se definen por el monto y frecuencia de envío anual como: “transferencias corrientes y de capital en efectivo o en especie entre hogares residentes y hogares no residentes” (FMI, 2009: 295), entendiendo residencia como “el centro de interés económico predominante” de los miembros de los hogares (FMI: 2009: 297). Datos del Banco de México señalan que de enero a agosto de 2015, México ingresó 16 574.6 md por remesas que los migrantes envían al país. Entre los principales estados receptores se encuentran: Michoacán, Estado de México, Puebla, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, entre otros, en los que habitan una parte significativa de la población indígena. El flujo entre estados varía: tan sólo en Oaxaca se recibieron en este mismo año 636 519 millones de dólares, mientras que en el Estado de México fueron 769 883. Siendo Michoacán, Guerrero y Oaxaca, estados considerados como de muy alta dependencia de las remesas, de acuerdo con estimaciones del Banco de México. Se tienen otros datos por hogares con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, 2010 y 2014. La ponencia que aquí se presenta incorpora una aproximación a la cuantificación de las remesas indígenas a partir de los datos de la ENIG y presenta un análisis del destino y uso de estos recursos en las comunidades indígenas de México.
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