TRES TRASTRUEQUES ESTRATÉGICOS
No existe un organismo internacional o europeo que provea de pautas la construcción de los almacenes para residuos nucleares de alta intensidad y larga vida. Cada gobierno, acuciado por sus particulares circunstancias, decide la estrategia sociopolítica de implantación de su propio almacén nuclear. Semejante reto involucra a especialistas de toda índole, conformando un espacio de génesis ideológica, una suerte de laboratorio social. Presentamos aquí tres modelos dispares de almacén nuclear: HABOG en Holanda, ATC en España y ÓNKALO en Finlandia. El almacén holandés, un híbrido diseñado entre ingenieros y el artista W. Verstraeten, se presenta como una instalación artística, una performance. Capitalismo artístico (Lipovetsky y Serroy), banalización del riesgo y deificación de la ciencia son sus pilares constructivos. En España, el ATC ha sido envuelto en proyectos de inversión económica para la zona receptora. Resuelta su ubicación en pública licitación, el criterio principal de selección del emplazamiento no ha sido la idoneidad geológica, sino el consenso social mayoritario a nivel de municipio. La resignificación de los residuos en recurso, su conversión en mercancía, transmutando la vida social de las cosas (Appadurai), ha dotado al almacén de la legitimidad imperante que confiere el mercado al libre flujo entre objetos y deseos. Ónkalo, en Finlandia, único almacén autorizado y proyectado para durar 100.000 años, nos plantea la cuestión, cuidadosamente burlada por los estados, de hacia dónde vamos como especie. Un conjunto de expertos ingenieros, filósofos, antropólogos, comunicólogos se enfrentan ante la imaginación de varios futuros presumibles, la mayoría distópicos.
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