Como resultado de la participación activa en el grupo de armado del Anteproyecto de Ley de la Medicina Tradicional y Alternativa, la autora analiza los intereses puestos en juego por los diferentes actores sociales involucrados. Componen el grupo de redacción biomédicos que han sumado a su práctica una medicina no convencional, terapeutas de diversas o una única medicina alternativa, así como asesores legales y biomédicos sanitaristas. Los puntos de vista y las estrategias de una amplia variedad de especialistas ponen de manifiesto los acuerdos, desacuerdos y tensiones  que surgieron durante la creación de conceptos y categorías, la distinción de roles asociados a la actuación terapéutica y los alcances/límites de su inserción en el sistema público de atención de la salud. Las nociones de enfermedad, diagnóstico y terapia así como la eficacia biomédica son sometidas a debate al introducirse nociones como la de energía, armonía y espiritualidad, como parte de un proceso en el que la definición de identidades médicas se encuentra, al igual que el texto de la Ley, en proceso de construcción.

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