Si la discontinuidad entre naturaleza y cultura resulta fundante de un objeto de saber, un campo de verdad y de una técnica política para la gestión del “entorno” ¿qué ocurre cuando las nociones de naturaleza y cultura se ligan bajo la idea de “paisaje cultural”, como unidad ficticia que encarna la relación ser humano-cosa? ¿cómo se produce interés y deseo colectivo alrededor de esta unidad? ¿cómo se relaciona ello con órdenes exteriores y generales, como pueden ser el desarrollo sostenible o el código de ética global que supone el marco UNESCO? Retomando el concepto de “gubernamentalidad”, acuñado por Michel Foucault, la presente comunicación describe algunos ámbitos de problematización e intervención (científica, gubernamental y de mercado), así como estrategias y tácticas políticas, que vienen surgiendo tras la inscripción del sitio “Paisaje Cultural Cafetero” (Colombia) en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2011. En particular, a partir de los resultados de una investigación de campo, sugiere la pertinencia del concepto de “economía de los méritos y los desméritos”, como metáfora del poder, a la hora de contrastar los discursos acerca del “paisaje cultural”, por parte de funcionarios públicos, científicos, medios de comunicación, empresarios turísticos, campesinos y demás agentes que intervienen en la vida cotidiana de los lugares patrimonializados.

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