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LA FIESTA DE LA VENDIMIA: EL VALOR DE LA EXHIBICIÓN COMO MOTOR DEL PATRIMONIO ALIMENTARIO

Hoy en día crece cada vez más el interés social por el patrimonio alimentario como motor para el desarrollo territorial y como herramienta para la construcción de una identidad particular. La puesta en valor del patrimonio pasa por garantizar una puesta en escena de los bienes patrimoniales. Asistimos pues a la espectacularización del patrimonio. Una buena muestra de ello es la fiesta de la vendimia de Alella, Barcelona, España. La escenificación del pasado vitivinícola de la comunidad en cuestión muestra como la identidad se construye y reconstruye en base a los intereses políticos y económicos de la misma, aun creando una celebración que no se basa precisamente por la veracidad de la historia ni por su autenticidad, aunque sea defendida como auténtica y ancestral. Una fiesta que conmemora la muerte de un sistema de producción que quedó obsoleto a finales del siglo XX y que permite a la comunidad representarse a sí misma frente a un mundo altamente globalizado donde las particularidades se sienten amenazas de quedar desdibujadas. El uso del espectáculo permite a la comunidad crear su propio relato, construir una imagen de sí misma con el deseo de que se proyecte al exterior y sea reconocida fuera de sus límites. Exhibirse o morir, aparentar ser lo que ya no se es, expresión de una sociedad que desea dotarse de significado para dejar de ser insignificante.

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