En estos últimos años hemos vivido un camino en la forma de participación política ciudadana. De los viejos movimientos sociales, asambleas y reivindicaciones hemos llegado a la organización-red, propia de la nueva cultura digital. España es uno de los países del mundo con más smarphones por habitante y las comunicaciones online son ya un hecho cultural normalizado. En este caldo de cultivo han surgido nuevos modos de participación política a través de la red. La red es el nexo de unión que configura una nueva forma de crear cultura. Y este movimiento cultural y social tiene sus referentes en la cultura hacker de los años noventa, en el movimiento de programario libre y la idea de compartir cultura sin sistema propietario. En España somos los líderes de este tipo de nueva aculturación, desde el movimiento 15M, los indignados y el democracia real ya, hasta partidos políticos como Podemos con una amplia representación política actual. Las etnografías en twitter y en las otras redes sociales demuestran la coordinación de un sistema de aculturación preciso y denotado. Veremos en esta investigación académica como el desarrollo de este tipo de nuevas prácticas ha dado lugar a una nueva cultura e identidad política, una nueva forma de ver la política y de participación política. Estudios como los de Peña, Anduiza, Bernal Triviño, Caldow, Congosto, Guerrero, Monterde, Roch, o Subirats marcan las pautas de un análisis de las nuevas democracias participativas como una nueva cultura política activista y ciberactivista

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