EL CUERPO OTOMÍ Y SUS ENERGÍAS VITALES: NZAHKI, MBUI Y TEZÄ.
La expresión jäi en Acalmancillo, Ixtololoya y Tenexco, comunidades otomíes de la Sierra Norte de Puebla, se traduce como “cuerpo”, “gente”, “útero” y refiere a lo humano en general, quedando así delimitada una propia teoría otomí del cuerpo. Jäi se refiere al comportamiento, al habitus que las personas poseen, así como a su corporeidad y su agencia. El cuerpo jäi, para los otomíes está conformado por varias energías vitales: nzahki (la fuerza de la vida), mbui (el corazón) y tezä (la cosa sexual). La más importante, la que acompaña a la persona desde su nacimiento hasta su muerte, es el nzahki, el cual se va perdiendo cada vez que se expele algún fluido. Por su parte el mbui, engloba además del corazón al estómago y al pensamiento, está conectado con las acciones del cuerpo. Por último, el tezä “la cosa sexual”, es una fuerza vital albergada en los genitales. Durante el sueño es capaz de recorrer el inframundo y comunicarse con los dioses y antepasados que lo habitan. El tezä, también llamado xamu, “espinoso” es lo que envuelve los genitales, -el pene y la vagina-, por donde se expulsan los fluidos vitales.
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