Aprender fuera; un horizonte de vida y no solo académico Para el panel "Desplazamientos académicos. Una mirada desde el enfoque autoetnográfico"
En septiembre de 1990, a un mes de estallada la Primera Guerra del Golfo Pérsico, y gracias a una beca, viajé a California, EUA, junto con mi esposo –becario también- y mis dos pequeños hijos, para emprender estudios de maestría en sociología. A escasos 200 kilómetros de la frontera con México, la estancia en la Universidad de Riverside resultó una experiencia sorprendente por razones que no esperaba: ser mexicana en esas latitudes me mostró las realidades del racismo; el nacionalismo desplegado por la Guerra del Golfo en un condado básicamente conservador, generaba un ambiente difícil para la convivencia; la escuela de mis hijos me exigía que hablara inglés en casa … y el medio en el departamento académico que me acogía, me obligaba a apartarme de aquellos intereses que me proponía estudiar. La habilidad de traducción/adaptación requerida, superaba por mucho el bilingüismo.El marco de esta presentación es una mirada analítica retrospectiva, con base principalmente en la autoetnografía y, en segundo lugar, en la recopilación de las perspectivas de otras personas sobre experiencias de estudio en otros lugares de EUA durante la misma época. Se trata de interrogar la manera en que los desplazamientos académicos modifican mucho más que nuestro nivel de comprensión intelectual. Estos influyen vastamente en nuestras subjetividades y, por ende, en aquello que traemos de vuelta a casa y ponemos a disposición de colegas y alumnado.
(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo