La charrería (el llamado deporte nacional mexicano y un juego agonístico con ganado mayor que se realiza en una plazas o arenas llamadas lienzos charros) se ha caracterizado por su alto nivel de competividad y desconsideración ante las lesiones y discapacidades de l*s charr*s en competencia. Este trabajo presenta información y reflexiones luego de entrevistas a personas que impulsan y participan en equinoterapias en los márgenes de la actividad charra y que recientemente se han presentado en exhibición en la apertura de importantes eventos charros, como el LXXI Congreso y Campeonato Nacional Charro (Querétaro, 2015). Las intervenciones de la escaramuza de niñas con síndrome de Down “Corazón con Ángel” (Cd. Juárez, Chihuahua) y de “Alteñitas sin límites” (varias discapacidades, Guadalajara, Jalisco) en la apertura de dicho Congreso resultó un tanto polémica, conmovedora y, argumento aquí, con enorme potencial crítico y reflexivo, pues puso en evidencia el prejuicio que invisibiliza a 'personas con discapacidad' (autodesignación) en una actividad caracterizada por un término polisémico: viril.

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