Una de las temáticas que más preocupa a políticos, gestores, usuarios –y también empresas- en relación al tráfico y la movilidad es la de la seguridad. Respecto al uso de la bicicleta, recientemente se ha podido observar, en el contexto español, un fuerte contraste entre las posiciones que suponen la nueva legislación y las demandas del movimiento social Probici. Peligrosidad y seguridad se usan como instrumentos de legitimación de propuestas y actuaciones y muestran las tensiones entre diversos sectores e intereses en torno a diferentes modelos de movilidad. Esta comunicación reflexiona en torno a la percepción del riesgo por parte de los usuarios en el ámbito de la bicicleta urbana, atendiendo a nuestro trabajo de campo en cinco capitales andaluzas (proyecto Cicla: Bici y sociedad en Andalucía). Reflexionamos sobre el modo en que se transforman las percepciones sobre el riesgo (en los desplazamientos, en la integridad corporal, en la interacción con vehículos a motor y peatones, en la selección de rutas, etc.). A pesar de que la dimensión de percepción del riesgo se vincula frecuentemente con dimensiones que se pretenden individualizar, como la edad, sexo, experiencia, destreza, corporalidad… o con las características infraestructurales del espacio urbano o el tráfico; queremos poner de relevancia otros factores relacionados con la cultura de la bici y que atienden a la etapa de la ciudad en su nivel de desarrollo ciclista, cómo ha sido esa evolución, las políticas locales de movilidad o los factores relacionados con la sociabilidad y el activismo ciclista.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo