En el marco de las críticas post-estructuralistas a la identidad como concepto analítico y político, propongo el Drag King, como una herramienta de concienciación feminista, que nos permite reflexionar corporalmente en torno a nuestra identidad de género, y como una metodología de investigación encarnada. A partir de este ejercicio performático y performativo se evidencian los desbordamientos y las tensiones existentes entre la experiencia y la representación de la misma, desbordamientos que inundan nuestra vida cotidiana pero también nuestros trabajos de investigación. En esta presentación, ubicaré el origen de los talleres Drag King como herramienta de concienciación feminista, para en un segundo momento, exponer lo que esta experiencia supone en una trayectoria vital específica a través de un breve relato autoetnográfico y a partir de éste, problematizar la identidad de género como categoría teórica y política. Finalmente, invito a la utilización de esta técnica como metodología feminista de investigación encarnada en la antropología que nos permitirá producir lo que Donna Haraway nombró como "objetividad encarnada". 

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