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La danza como subjetividad. Cuerpos liberados en los márgenes del arte.

La danza es un arte que nació como parte de la vida de los seres humanos, en una íntima y primordial necesidad de expresión. Con el ballet clásico los movimientos han sido codificados, ofreciendo un diccionario de figuras útiles tan para los bailarines, cuanto más para el público con el que comparte ese lenguaje. En el mundo contemporáneo, la danza se libera de muchas de las normas, convirtiendo los cuerpos de los bailarines en textos literarios, cuya finalidad no es sólo contar una ficción, sino las subjetividades. Es así como los sentimientos más profundos toman forma corporal. Bailarinas como Isadora Duncan, Loïe Fuller, Martha Graham o Pina Bausch, han liberado los cuerpos de los bailarines y la danza en sí misma, de muchas de las normas establecidas en las épocas anteriores. ¿Pero, son los cuerpos verdaderamente libres? ¿O siguen respetando los códigos sociales y estéticos de belleza y movimiento establecidos por las formas más clásicas de la danza? En efecto, parece que hay cuerpos que están hechos para la danza y otros que no lo son. A través del análisis de la danza como arte y práctica social, nuestro objetivo es mostrar que, aunque sujeta como práctica  a normas y códigos, su funciónmás profunda, la que nace desde el interior, tiene que ver con la necesidad de expresarse adaptando los cuerpos; además es una eficaz herramienta educativa y  terapéutica en virtud de su unión entre cuerpo y mente, a su vez,  que comparte corazón también con el espectador.

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