En los últimos años el interés por los llamados lugares encantados ha aumentado considerablemente especialmente entre los jóvenes. Pero ¿qué es un lugar encantado? Un espacio “sometido a poderes mágicos o a un hechizo”, pero también, un lugar que encanta, que “cautiva la atención, que atrae por medios naturales”, donde se dan fenómenos paranormales.Este calificativo se aplicaba al Hospital del Tórax de Terrassa, antiguo hospital abandonado en 1997, donde se rodaron diversas películas del género de terror hasta la creación oficialmente en 2006 del actual Parc Audiovisual de Catalunya. Un lugar donde, según las redes sociales, se daban fenómenos paranormales que atraían la visita de diversos grupos de personas, especialmente jóvenes, que seguían colándose en el recinto vallado. Pero ¿cómo se convierte un lugar en encantado? Las respuestas de las diferentes personas entrevistadas apuntan a espacios liminares, con un pasado de sufrimiento y muerte, lo que encaja con otras investigaciones sobre el tema, en las que las apariciones están directamente relacionadas con deudas pendientes del pasado, de manera que “lo(s) aparecido(s) es/son lo(s) que se niega(n) a desaparecer.A través del análisis de las narrativas de los participantes, esta investigación, realizada entre 2012 y 2013, intenta dar explicación desde un punto de vista antropológico a la significación y representación social de los llamados fenómenos paranormales, su relación con la memoria y las deudas pendientes del pasado, así como al aumento del interés por los lugares encantados, en el contexto del imaginario de la sociedad contemporánea.