El objetivo de esta comunicación es dar cuenta de la intersección entre sujeto femenino y psiquiatrización, analizando las experiencias vitales de mujeres diagnosticadas con trastorno mental grave. Si aplicamos un análisis interseccional, el diagnóstico se presenta como un campo de batalla en el que se juegan sujeciones y resistencias, variables según el contextos socio-histórico y las circunstancias personales. Las violencias producidas por un sistema patriarcal y capacitista, que impone mandatos de género y funcionalidad, pueden desembocar en conductas de resistencia y disidencia, leídas y tratadas como patológicas por este mismo sistema. A partir de datos etnográficos, se presentan distintos modos de psiquiatrización de las experiencias vitales de mujeres víctimas del patriarcado. El mandato de género y la subalternidad asociada a este generan un relato hegemónico que intenta clausurar cualquier posibilidad de disidencia por la vía de la patologización. Pero la (re)escritura de las narraciones en primera persona permite una (re)ubicación del relato hegemónico sobre sus vidas que culmina en una especie de subversión del diagnóstico. En última instancia, lo que se pone en juego es la posibilidad/imposibilidad de revertir la subalternidad femenina; de ser, al fin y al cabo, sujetas de sus vidas.