El rizoma es una categoría de pensamiento que aparece como figura de conjunción a manera de tubérculo o de bulbo, no tiene ni principio ni fin y sus conexiones se extienden inmanentemente como los nómadas. La intensidad del rizoma vibra en sí misma y pone en relación a todas sus líneas de conexión a manera de terminales nerviosas.En danza mucho se habla de lenguajes y discursos que formados a partir de un repertorio de movimientos distinguen a unas danzas de otras. La heterogeneidad de estos lenguajes corporales nos da cuenta de la diversidad dancística de una o varias culturas, pero al mismo tiempo nos hace pensar en las conexiones y vínculos que puede haber entre ellas. Si la danza es un rizoma, por más alejadas que estén unas danzas de otras, podemos inferir sus conexiones a través de sus movimientos.Cuando hablamos de la danza no hablamos de una danza, sino, por fuerza, de varias. La multiplicidad en la danza es latente y se dimensiona a través de las conexiones que el agenciamiento realiza en su plan de consistencia. ¿Quién realiza el agenciamiento? Todos los involucrados en las líneas de conexión, según el rizoma. Por eso no podemos hablar de danzas aisladas, puras o prístinas, todas tienen influencias entre sí y por eso son múltiples.En esta ponencia ensayaré la figura del rizoma como guía de exploración en prácticas como la danza del vientre y el flamenco.