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Articulación político-personalista entre trocas, reciprocidades y jerarquías en el campo político brasileiro.

Buscamos en esta propuesta dar cuenta de la articulación que se produce y reproduce dentro del cotidiano político brasilero cuando éste asume uno de sus caracteres más reveladores, o sea, el personalismo presente en los patrones o maniobras políticas y manipulado en medio a las relaciones de trocas basadas en el vínculo personal. Estando éste tipo de relación plasmada en un orden de poder consolidado, por ejemplo, entre el político (la persona) y el elector (el individuo) o el administrador público y el ciudadano, bien como entre otras redes de relaciones de poder personificadas y presentes en el “sistema ritual político/electoral y gobernativo brasilero”. Un arquetipo de reciprocidad  manipulada y distanciada del carácter  universalista de las obligaciones y garantías constitucionales o legales que debería asumir. En otras palabras, acreditamos que hay una inversión de valores y de papeles en el ordenamiento de esas trocas, en ellas en realidad el político abandona el papel gestor (legitimador de garantías y atento a las obligaciones legales o constitucionales) y el individuo no asume el papel de ciudadano a partir de un carácter universalista y impersonal, en conformidad con los principios constitucionales (entendidos como fundamentos de conducta individual) demandantes en la trata de las garantías y obligaciones fundamentales en situaciones determinadas. De tal contradicción vamos de encuentro a las afirmaciones de DaMatta (1997) cuando éste releva existir una nación brasilera que por un lado opera fundada en sus ciudadanos, pero, contradictoriamente, una sociedad brasilera que funciona fundada en mediaciones tradicionales.

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