La comprensión de la dinámica cultural del presente significa un reto por las múltiples opciones estilisticas e ideologicas propias de la posmodernidad, ello hace que tanto las relaciones sociales, como las relaciones con los objetos y con los medios de comunicación hayan tomado una nueva dimensión. La sociedad de consumo como consecuencia de la revolución industrial, especialmente en occidente, ha tenido un impacto en la construcción de la identidad y las dinámicas de socialización, expresadas en diversos estilos de vida, cuya evidencia facilita la identificación de tendencias comerciales, las cuales son identidades colectivas expresadas por medio bienes de consumo, actitudes y lenguajes propios.Con esta perspectiva, el consumo es un acto de reflexión para las sociedades actuales. Consumir trasciende el proceso de transacción monetaria y en él involucra prácticas sociales, procesos identitarios, perspectiva económica y de producción, de tal modo que las diferentes tendencias de consumo y estilos de vida son completos y complejos procesos de producción cultural en el presente.La presente propuesta tiene como objetivo evidenciar la importancia de analizar el consumo como un medio en la construcción identitaria y relacional; y presentar algunas rutas teórico-metodológicas para conseguirlo. El consumo es un hecho reflexivo de construcción social de las sociedades globales, hiperconectadas, industrializadas y posmodernas. 

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