Una construcción crítica del conocimiento alrededor de la otredad y que en su título contenga “Caribe Hispano”, involucra el reto de la deconstrucción. Si bien, “Caribe Hispano” es un elemento discursivo, geográfico, político, cultural, económico y social, el sólo hecho de “nombrar”, es decir darle nombre a un territorio, dividirlo y crearle una nueva identidad, ya está construyendo un discurso que dista mucho de ser neutral. Caribe Hispano, en sí mismo, encierra una discusión al intentar construir un conocimiento en un lugar de enunciación “Caribe” con elementos hispanos aun en disputa. De hecho, Caribe Hispano encierra el esquema de matriz colonial propuesto por Walter Mignolo.Las representaciones corporales de quienes se podrían nombrar como  los sujetos de la cultura del Caribe Hispano  han estado presentes en exhibiciones y descripciones organizadas por museos en cuyas exposiciones se puede problematizar el lugar que ocupa el cuerpo como agente cultural, identitario e histórico. En este tipo de contextos, la puesta en escena de estas representaciones termina por influir en las percepciones que los visitantes construyen acerca de una cultura, y el cuerpo como objeto-sujeto, se convierte en el referente principal de apropiación de un conocimiento construido. Ello obliga a la pregunta antropológica: ¿Qué tipo de imágenes corporales – representaciones - se construyen en los museos oficiales de Cuba y República Dominicana sobre los sujetos del Caribe hispano para dar cuenta de su carácter identitario?

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