REVISANDO LA CONSTRUCCIÓN DE LA SUBJETIVIDAD FEMENINA HETEROPATRIARCAL
Desde un análisis feminista se trata de incorporar un cuerpo teórico acerca de un sistema de organización social que genera identidad y subjetividad. La identidad femenina impuesta a nivel social que afirma que las mujeres son sensibles, pasivas, dóciles, cuidadoras, conciliadoras, débiles, heterosexuales, naturaliza su posición como sujetos subalternos. Algunos de los rasgos conformadores de la feminidad y la masculinidad intervienen directamente en la perpetuación de ciertas dinámicas violentas y para combatirlas es necesario un análisis deconstructivo en torno a estos discursos conformadores de identidad. Si esencializamos las posiciones quedará erosionada la capacidad de agencia de los sujetos en tanto que capacidad de comportarse de manera distinta a lo esperado. Aunque existen múltiples formas de ser mujer y hombre la sociedad tiende a asignar a las personas identidades fijas e inmutables. No obstante, al igual que las identidades se construyen también se modifican socialmente a través de interacciones, hábitos, prácticas y discursos. Los estereotipos pueden hacer que los sujetos sean vistos como incapaces de plantear alternativas al carecer de discursos legitimados socialmente pero en el análisis de las situaciones subversivas y marginales podemos hallar elementos de cambio. Interrogar la realidad, extrañarnos de lo “normal” y lo “no normal” –de lo aberrante, lo subversivo- será la clave para desmontarla y cambiarla. La suma de prácticas divergentes da la base para cambiar la valoración de conductas estigmatizadas brindando el potencial de desafiar y subvertir el poder dominante, de cuestionar lo legítimo y lo apropiado en las relaciones intergenéricas.
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