Muchas veces compartimos nuestras investigaciones en espacios académicos, pero pocas veces abordamos en los artículos, presentaciones o cátedras, nuestros miedos, impotencias, frustraciones o tristezas, en fin; nuestros sentimientos generados en medio del trabajo de campo. Comunmente en mi grupo, esto no  ha llegado mas allá de una charla alrededor de unas cervezas, una llamada telefónica de catarsis o posteriores bromas grupales sobre los sucesos. ¿Es este el tratamiento adecuado para abordar estos temas?Cada vez mas, la antropología en México y Guatemala se ha tornado mas urbana, pero para personas que seguimos trabajando antropología rural, nuestra adaptación al ambiente y la búsqueda de estrategias para sobrellevar nuestras sensaciones de vulnerabilidad, es algo para lo que la academia no nos prepara y son nuestras competencias generadas a partir de nuestra historia de vida, la que nos dictan para bien o para mal, lo que podemos hacer. La ponencia intenta abordar una reflexión sobre las vulnerabilidades en campo a partir la experiencia de realizar trabajo de campo rural y el papel de las instituciones que representamos como garante de nuestra seguridad personal. 

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