A pesar de las recomendaciones de la OMS y los actuales protocolos para favorecer la lactancia materna, muchas madres lactantes reciben consejos pedíátricos durante el puerperio que los contradicen. Para las madres que quieren seguir amamantando, estos consejos se viven como presiones para el destete o para lactar siguiendo directrices diferentes a las que habían decidido. Delante la vivencia de estas presiones, hay madres que desarrollan sentimientos de culpa delante de sus prácticas lactantes teniendo como resultado la sumisión y acato a estos consejos biomédicos. Otras madres elaboran estrategias para subvertirlos, como mentir o apropiarse de la evidencia científica y las recomendaciones de la OMS, desarrollando discursos alternativos con los cuáles enfrentarse al personal sanitario que las atiende. Los grupos de lactancia se presentan como uno de los focos de elaboración y reproducción de estos discursos alternativos con los cuáles afirmar sus prácticas maternas delante de la presión biomédica que sienten que reciben. En este contexto, la estrategia de la culpabilización se convierte en un instrumento de control y disciplinamiento sobre los cuerpos lactantes, mientras que el uso de los discursos alternativos se configura como una de las herramientas maternas para combatirla.  Los datos y conclusiones de esta comunicación estan basados en mi tesis doctoral "Lactancia de larga duración y otros usos de la corporalidad en la lactancia"

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo