La lucha de las poblaciones negras de la región selvática del Pacífico en Colombia, originó la Ley 70 de 1993 y la titulación de 158 territorios colectivos con cinco y medio millones de hectáreas, para 70.852 familias y 361,584 personas. La carencia de mecanismos del Estado para garantizar la satisfacción de las necesidades económicas de la población, para generar actividades sostenibles, y para impedir la destrucción de los recursos naturales, ha conducido a que esos territorios colectivos se hayan convertido en un caso notable de lo que Garret Hardin denominó tragedia de los comunes. Situación agravada por la invasión paramilitar a la región desde 1996.Esta situación fomenta que diversos actores, legales e ilegales, propicien actividades extractivas que destruyen los recursos de los territorios. El alto precio de productos como el oro, la madera y la coca y las inmensas dificultades para comercializar productos agrícolas engendran un círculo vicioso de deterioro ambiental y precariedad social.Recientemente se han implementado debates y marcos de análisis para estudiar factores y procedimientos por los que algunas poblaciones logran o no un manejo sostenible de recursos de uso común (RUC).A partir de extensa información etnográfica se propone que el futuro de los habitantes del Pacífico, podría beneficiarse de la discusión sobre el manejo de recursos comunes en un contexto de economía política y de la cotidianeidad de estos pobladores. Se podrían reorientar la acción colectiva y el análisis más allá de la celebración de la vocación ecológica y de las dimensiones expresivas de estas poblaciones negras.

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