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PLANIFICACIÓN Y RESISTENCIA. EL ACTIVISMO DE LA MOVILIDAD URBANA SOSTENIBLE.

Caracterizar la ciudad neoliberal desde los desplazamientos urbanos significa interpretar los contrastes de la movilidad y la inmovilidad de los ciudadanos que la habitan. Al mismo tiempo, requiere readaptar las formas de aproximación al objeto de estudio. Tradicionalmente, el análisis del movimiento interurbano se ha realizado desde perspectivas cuantitativistas del transporte que, a partir de un enfoque causal, ha separado la dimensión operativa de la cultural. Dicho de otro modo, ha separado el desplazamiento y la ciudad. El hecho de que las ciudades sean complejas, y en movimiento obliga, como plantean Salcedo y Zeiderman (2008), a captar de forma holística y rigurosa un proceso global de ciudad. De este modo abordaremos la vida social entorno a la circulación en bicicleta desde una perspectiva multisituada (Marcus, 1995) ya que pretendemos captar la funcionalidad del objeto al mismo tiempo que los lazos entre las maneras de pensar la vida urbana y las jerarquías que se establecen en relación a la organización espacial (seguir el conflicto).Desde nuestra perspectiva, captar estas formas emergentes de ser y estar en la ciudad requiere, por tanto, de un enfoque etnográfico. Gracias a esta orientación podremos comprender la diversidad de sentidos que confieren a la acción los actores sociales e instituciones públicas en el complejo proceso político de la movilidad urbana ciclista; y cómo ello influye en la conformación intersubjetiva del imaginario de “lo ciclable”. Tomando nuestro trabajo empírico sobre dos ciudades, Madrid y Valencia, el objetivo de esta comunicación es mostrar como ciertos “tensores” pliegan, deforman y urden su plano en el espacio social de la movilidad, marcando la evolución y sentido de dicho paradigma.

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