Este artículo pretende poner de manifiesto las diferentes formas de violencia que están presentes en las agrupaciones juveniles de calle, denominadas en España "bandas latinas". En concreto se analizará el caso de las agrupaciones Dominican Don't Play (DDP) y Trinitarios (trinis), ambas conformadas por jóvenes migrantes y autóctonos, asentados en distintos barrios de la ciudad de Madrid. De igual modo, se quiere señalar la forma en que los jóvenes de estas agrupaciones son estigmatizados y etiquetados como "violentos y delincuentes", tomando sólo en cuenta el aspecto de la violencia a la que se enfrentan ambas agrupaciones. Así mismo, el texto quiere poner de manifiesto la "violencia estructural y simbólica" a la que estos jóvenes son sometidos, fomentando la reproducción de la "violencia interpersonal y cotidiana" con la que interactúan con sus grupos de iguales, tanto dentro como fuera de las agrupaciones. Finalmente, se quiere poner énfasis en cómo la antropología aplicada y comprometida con los sujetos estudiados, puede ser una herramienta útil que de paso a una intervención eficaz con grupos de jóvenes en situación de desigualdad: jóvenes que no cuentan con los recursos (ni humanos ni materiales), ni con las herramientas necesarias para gestionar sus dificultades y necesidades, así como la precariedad en la que les ha sumido el propio sistema que los estigmatiza.

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