En las últimas décadas se ha observado, a través de determinados movimientos sociales de corte feminista representados por diversas organizaciones a favor de los derechos de las mujeres, la emergencia de un proceso social conocido como parto respetado.  Los partos respetados se han presentado, así pues, como la consecuencia positiva de la denuncia social de determinadas intervenciones y prácticas médicas e instrumentales englobadas bajo el término de violencia obstétrica. Esta violencia obstétrica se define como un conjunto de malas praxis provenientes de la atención sociosanitaria del embarazo, parto y puerperio en el ámbito hospitalario. El objetivo de la presente comunicación es dar cuenta de los resultados de una investigación cuyo objeto de estudio es el análisis de la construcción social de estos procesos. Cuestiones como el empoderamiento femenino, el miedo al parto, las comparaciones intergeneracionales en la atención obstétrica o el derecho al autogobierno de nuestros cuerpos avalado por la Ley de Autonomía del Paciente del Estado español, son algunos de los ejes principales que dan como resultado ciertas cuestiones que nos permiten aportar nuevas aproximaciones a la Antropología Obstétrica.

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