En escenarios socioeducativos multiculturales presentamos procesos que favorecen la emancipación a través de identificar estrategias y resistencias de la construcción y deconstrucción de la memoria, fruto de diversos desplazamientos (conflictos bélicos, migración, violencia de género, pobreza). Desde una etnografía reflexiva, se presentan en contextos de acogida, experiencias formativas que colaboran en la inclusión desde la reflexión y fortalecimiento colectivo de identidades y prácticas de sus saberes (talleres, encuentros, asociacionismo), identidades y significados que presentan las relaciones, las inquietudes y las necesidades para un encuentro de saberes. Los estilos que se observan están en relación a procesos de revalorizar estrategias vitales, compartirlas y reflexionar interculturalmente; a incorporar las nuevas identidades de experiencias vividas en la comunidad de acogida y; a la re(de)construcción de la memoria individual, colectiva y de resistencia.   Estas experiencias formativas están creando procesos de resistencia desde un conocimiento situado, generador de fortalecimiento colectivo y emancipatorio, donde las diversas identidades son permitidas. Apuestan por una colaboración multicultural para construir desde la diversidad en movimiento y/o en la reconstrucción de símbolos y en conservar sus prácticas identitarias, que se deben a la necesidad de reforzar las propias transformaciones desde la comunidad. Estos procesos (en la formación educativa, en la comunidad, en las familias) permite tener viva la memoria y facilita la democratización de los saberes situados y las dinámicas de las memorias colectivas para una verdadera inclusión.

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