El espacio social público urbano de El Pardo se produce, reproduce, significa y resignifica a través de las estrategias y dinámicas de los diferentes actores sociales que intervienen en este entorno. El espacio, es por tanto, el espacio de la interacción ciudadana, la manifestación de lo social, el lugar de la política, es el marco donde se aborda el estudio empírico de las relaciones sociales de cotidianeidad partiendo desde la intimidad de la propia vivienda hacia el entorno más inmediato del barrio, conectado con otros espacios de fuera del barrio y sus flujos. La identidad socioespacial de los habitantes y de otros grupos de usuarios de este enclave de El Pardo, viene marcada por el significado simbólico del espacio para el actor social, generándose vínculos de cohesión socioespacial que se proyectan hacia movimientos de acción sociopolítica ciudadana. En el discurso emic sobre el espacio público urbano del actor social, categorizado analíticamente “ciudadano de El Pardo”, está presente de forma constante la dual conceptualización subyacente entre la noción de pueblo frente a la noción de barrio-ciudad y entre la noción de público frente a la noción de privado, así como la perspectiva emic del espacio verde social en relación con la característica natural-paisajística de este enclave. La construcción social del espacio público urbano (uso vivencial, apropiación del espacio, segregación funcional del espacio, etc.), se hace y rehace a través de las relaciones sociales y de los vínculos que los actores sociales va desarrollando a lo largo del tiempo y de su continuo movimiento.

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