Los cuerpos son lugares donde el poder se inscribe y donde las instituciones imprimen a fuego sus marcas. Pero son también lugares de batalla, terrenos donde brotan formas de agencia y resistencia. En particular son los cuerpos de colectivos excluidos y marginalizados los que han sido objeto de mecanismos de naturalización y normativización de conductas y a la vez sujetos activos capaces de empoderarse, manifestar sus disidencia y organizarse. A partir de estas cuestiones, mi intención es esbozar y analizar formas de disidencia que ponen en marcha las trabajadoras del sexo del barrio del Raval en Barcelona en tanto que sujetos activos e históricos de una disidencia carnal,es decir, una disidencia que empieza desde y para sus propios cuerpos y que encuentra en las calles el escenario privilegiado de acción. Retomando el título de la obra de James Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, considero que para este contexto tiene más sentido hablar de disidencia que de resistencia, de sujetos indomables en lugar de dominados. ¿Cuáles son (y cuáles han sido) los dispositivos que utilizan las instituciones para controlar y estigmatizar los cuerpos de las trabajadoras sexuales del Raval? ¿De qué forma las trabajadoras sexuales “ponen su cuerpo” en defensa de sus derechos y de los de otros colectivos del barrio? Poder, cuerpo y calle serán los hilos principales para tejer reflexiones sobre estos asuntos.

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