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LOS RAMOS CANTADOS EN VALDEBECEDAS (ÁVILA): ORIGEN, DESTINO Y CULTURA POPULAR ANCESTRAL DEL SER HUMANO ALTOTORMESINO EN GRAVE RIESGO DE OLVIDO ANTE EL PROCESO DE DESPOBLAMIENTO DEL MUNDO RURAL IBÉRICO.

En estos primeros lustros del siglo XXI, definidos por un fenómeno poderosamente homogenizador de las identidades colectivas como la globalización, el rito identitario étnico por excelencia de las comunidades rurales de los pueblos de Valdebecedas, en la comarca de El Barco (Ávila, España), está representado por la tradición votiva de carácter religioso popular del Canto del Ramo. Los ramos cantados, además de sintetizar la descripción del marco geográfico, social y cultural local que, ante el sentimiento humano generalizado de desarraigo individual y grupal, ahora se anhela recuperar, ofrece algunas de las respuestas a la cuestión del origen antropológico ancestral y del destino futuro del ser humano altotormesino, descendiente directo de los pueblos vetones del interior peninsular y que secularmente ha habitado las tierras montañosas de los Valles Altos del río Tormes, en la encrucijada de caminos de las Sierras de Gredos (Ávila) y Béjar/Candelario (Salamanca). Sin embargo, como trata de alertar esta comunicación, la continuidad en el tiempo de este inestimable patrimonio etnológico ecocultural, y núcleo aglutinador de la conciencia colectiva comarcal de las gentes de Valdebecedas, se encuentra actualmente en serio riesgo de desaparición y, por ende, de caer inexorablemente en el limbo del olvido, como consecuencia de los graves efectos desestructuradores que en la demografía de la comarca de El Barco (Ávila) ha causado el éxodo rural. Este fenómeno migratorio ha dejado a este territorio de montaña del sur castellano-leonés, como a la inmensa mayoría del mundo rural ibérico, al borde del despoblamiento, pese a la aplicación en las últimas décadas de diferentes políticas de desarrollo rural comunitarias. Así, ese aparentemente irreversible proceso de despoblación parece conducir, sin remisión, a la práctica extinción de las comunidades rurales y con ellas de sus costumbres populares, si no logra evitarlo el movimiento de retorno estacional de los emigrantes y sus descendientes para pasar los períodos vacacionales en sus pueblos de origen.

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