El futuro de los territorios rurales y el modo de hacerlos habitables en condiciones de bienestar y de calidad de vida es uno de los grandes retos del proyecto europeo. De este modo se ha ido repetidamente señalando en distintos consejos, como el de Lisboa (2000) o el de Gotemburgo (2001). Este objetivo parte de la importancia capital que, en el seno de la Unión, se le ha otorgado a los territorios rurales, siendo vanguardia mundial en tal consideración. Varias son las razones que justifican esta importancia concedida: en primer lugar, debido a la importancia demográfica que los citados territorios mantienen. Si bien la tendencia es decreciente, aún un número elevado de ciudadanos europeos habitan fuera de los entornos urbanos. En segundo lugar, conviene mantener el foco en el mundo rural, pues es el soporte del patrimonio, tanto natural como cultural, y, por lo tanto, contribuye al mantenimiento de la memoria y de la identidad comunitaria. Y, en tercer lugar, continúa siendo un foco de diversas actividades económicas que generan empleo y renta. En esta comunicación presentamos el análisis cultural de varias empresas afincadas en el territorio rural de la comarca del Bierzo, en León. A través del trabajo de campo exponemos la génesis de los mismos como proyectos innovadores, sus principales dificultades y, sobre todo, su contribución para generar entornos más dinámicos y más conectados con otros focos de actividad, tanto urbanos como rurales, donde prime, por encima de la búsqueda del crecimiento económico, el desarrollo territorial sostenible.              

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