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Unidades de neonatología, poder médico y tráfico de leche materna.

El ámbito del saber pediátrico ha ido generando dentro de las unidades de neonatología estrategias de vigilancia y control sobre el cuidado de los bebés prematuros. Estos saberes, que dan fruto a prácticas médicas de cuidado, limitan severamente el contacto de las madres con los bebés bajo pretexto del mantenimiento de la asepsia y las condiciones adecuadas a su crecimiento. El poder de la ciencia médica se expresa a través de estas prácticas que desarrolla el personal de salud, dirigidas a la expulsión de las madres de las unidades y a su resituamiento en los límites de las mismas. La propuesta trata de dar cuenta de la concepción médica del cuidado de bebés prematuros y la exclusión que ésta ocasiona de las madres de las áreas de neonatología. Por otro lado trata de indagar en la concepción de las madres como receptáculos de una doble contaminación necesaria: el cuerpo y su leche. Es de la propia experiencia de la autora que surge el ánimo por este estudio, cantera de material etnográfico. Atestigua, a través de un trabajo de campo realizado durante tres meses (2016) en la ciudad de Santiago de Chile, la resistencia de las madres de hijos prematuros hospitalizados, tanto en unidades de neonatología pertenecientes a red pública como a red privada, al poder médico, cuya máxima representación se encuentra en la práctica del tráfico de leche materna. La ayuda mutua y la expresión del nacimiento de un grupo resistente se expresan en la donación encubierta de leche.

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