La popularísima Plaza de las Pasiegas de Granada (España), ubicada en el centro neurálgico y casco histórico de esta ciudad, y donde se sitúa precisamente la catedral, supone un importante patrimonio cultural de esta capital andaluza, que posee una historia interesante y poco divulgada; una historia social que, a la sazón, le otorga su nombre: las nodrizas pasiegas que acudían a “exponerse” para ofrecer sus servicios los domingos en este espacio público. No solamente, sin embargo, las oriundas de la Vega del Pas lo hacían, sino que aún viven ancianas granadinas que recuerdan haberse ofrecido como nodrizas los domingos en la Plaza de las Pasiegas para ayudar económicamente a sus familias.Esta comunicación pretende adelantar algunos resultados relevantes de mi investigación en curso sobre lactancia humana, mostrando, de un lado investigación de archivo sobre la historia  de nodrizas ligada a Plaza de las Pasiegas a partir del siglo XVIII y, de otro lado, la historia de vida de una anciana contemporánea, que trabajó como nodriza en este mismo espacio ciudadano. Este proyecto nace confrontando ambas imágenes ciudadanas (siguiendo estudios sobre los espacios íntimos y ciudadanos vinculados al género en la lactancia) profundamente relacionadas pero, a la vez, distanciadas por el tiempo y las representaciones colectivas. Ambas imágenes serán motivo para una revisita a un patrimonio cultural (material) granadino-andaluz crucial, como es la Plaza de las Pasiegas, como pretexto para estudiar un patrimonio vivo, como es la lactancia si nos acogemos a la definición oficial del patrimonio inmaterial de la UNESCO.