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LA TERAPIA TOTAL Y SUS LABERINTOS. BIOPOLÍTICAS Y ONTOLOGÍAS DEL SELF EN LA PSIQUIATRÍA COMUNITARIA

En esta presentación proponemos un análisis de los modelos de atención de la locura y los llamados trastornos mentales severos a partir de un concepto propio: la "terapia total”. Por terapia total entendemos aquel conjunto de prácticas de atención en salud mental que por su carácter presumiblemente holístico de las necesidades de los pacientes o usuarios reproducen esquemas de las instituciones totales, incluso en contextos aparentemente deshospitalizados y propios de la llamada psiquiatría comunitaria. La terapia total asume como necesario un modelo biopolítico de custodia y vigilancia sobre las diferentes esferas de la vida de los sujetos afectados, de forma que impide o dificulta nuevos horizontes de subjectivación. Su punto de partida es una definición del self de los pacientes como algo ya predefinido en una arquitectura nosológica que contradice la posibilidad de un self que se subjetivize mediante la acción en la arena social y las relaciones intersubjetivas (incluyendo el espacio terapéutico). De esta manera, el self dañado es percibido como una entidad estable y naturalizada (la categoría diagnóstica) que mueve también a expectativas terapéuticas también estables y naturalizadas (las terapias protocolizadas). Este modelo supone una gestión centrípeta o de la enfermedad mental, más que centrífuga o de la salud mental; focalizada en el saber nosológico y psicopatológico, más que basada en la experiencia y saber del otro; organizada en una serie de procedimientos previamente protocolizados, más que resultado de una reflexividad clínica. El riesgo aquí es el terapeuta que ya no se piensa como pensamiento ni vislumbra al otro (usuario) como self con otras posibilidades de subjetivación, reproduciendo en términos biopolíticos más una política contra la vida que una política de la vida.

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