Migraciones, interculturalidad y decoupling en la gestión pública
Las Administraciones Públicas ponen en contacto a la ciudadanía con el poder político. Gestionan los intereses del Estado a la vez que intentan responder a las necesidades y a los intereses ciudadanos. Desde finales del siglo pasado estamos asistiendo a cambios en el perfil, las necesidades y los intereses de la población. Entre ellos, destacaría en España el aumento de la diversidad cultural -en términos de minorías étnicas y por la presencia de población inmigrante extranjera- y la necesidad de ser atendida y gestionada. Igualmente, y de manera relacional, presenciamos cambios en los intereses políticos y en sus lógicas de gestión. Desde la gestión pública se debe apostar desde el propio marco estructural por responder a esta realidad cultural a través de dos estrategias complementarias señaladas por Aneas (2003): la dotación de nuevos servicios para nuevas necesidades derivadas de un contexto cada vez más intercultural y el desarrollo de la competencia del personal al servicio de la Administración. Estrategias que responden a corrientes neopúblicas cuyo horizonte sería la satisfacción de las necesidades, demandas y expectativas. No obstante, entran también en juego corrientes neoempresariales cuyo horizonte viene marcado por los “resultados” y la “rentabilidad”. Estas situaciones aparentemente contradictorias suelen ser habituales y generan “decoupling”. Un “desajuste entre las instituciones formales y el funcionamiento efectivo de la organización” (Ramió, 2001, 15). En esta comunicación versará sobre estas desvinculaciones de las estructuras administrativas formales con las actividades por ellas desarrolladas en el campo de las migraciones y de la interculturalidad.
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