En esta ponencia se analizan y describen algunos de los resultados del trabajo de campo y estudio de gabinete realizados en la comunidad de Puente Jula, Veracruz en torno a la práctica del exorcismo en una iglesia católica. En las últimas décadas se ha reavivado la creencia de que espíritus malignos se manifiestan y poseen el cuerpo de las personas. En la actualidad, el ritual del exorcismo, lejos de perder relevancia ha adquirido más en todo el mundo y México no ha sido la excepción. Aunque, por contradictorio que parezca, la Iglesia Católica actualmente rechaza la mayoría de los casos de posesión, ya que su postura se ha declinado por filtrarlos a través de la ciencia. El fenómeno de la posesión demoniaca se aborda desde la antropología social hace tiempo, ya que la importancia de un sistema de creencias cuya función dentro de una sociedad católica es fundamental en su estructura y cuyas reglas en caso de ser transgredidas, pueden dar paso a tal fenómeno. La posesión, dentro de los cánones del catolicismo, se explica a sí misma como la consecuencia de creer en un mundo espiritual que cuenta con un lado sacro y uno profano, este engloba las entidades que pueden hacer daño al alma de los fieles, incluso cuando no hayan transgredido las reglas, sino que han sido afectados por la mala voluntad de una persona. En este sentido, existen diversas causas de posesión, entre las más comunes está la práctica de la brujería entre otras.

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