A mediados de los 2000 un promotor inmobiliario propuso un proyecto privado de rehabilitación en un barrio de viviendas sociales construido en la década de los 1960 en la ciudad de Murcia. El barrio, destinado originalmente a familias con bajos ingresos, ha vivido varios procesos de diversificación cultural, y un progresivo abandono por parte de las instituciones. Este proyecto de rehabilitación consistía en la demolición del barrio al completo, y la construcción de unas nuevas torres que, por un lado, alojarían a los antiguos inquilinos, y por otro, permitiría la venta de nuevos pisos a nuevos inquilinos. Esto promovió la aparición de fuertes dinámicas de movilización social, pero también creó una profunda división entre los vecinos. A pesar de todos los problemas y contestaciones que generó, el proyecto fue aprobado por el Gobierno Municipal, con votos en contra de la oposición. Sin embargo, a día de hoy aún no ha comenzado. Basándome en las historias de vida de varios actores sociales, material de archivo de los eventos pasados, y observación participante de los últimos acontecimientos, en esta presentación analizaré las distintas dinámicas de creación de puentes y fronteras surgidas a raíz de este proceso. Siguiendo los trabajos de, entre otras, Michèle Lamont y Nina Glick-Schiller, trataré de trabajar en un marco teórico que me permita ir más allá de las categorías étnicas a la hora de explicar estos fenómenos. 

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