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SILENCIO Y LOCURA: UNA PROPUESTA DE ESCRITURA ANTROPOLÓGICA FEMINISTA

Escribir sobre la locura es, en gran medida, escribir sobre el silencio. La expresión verbal se vincula con la capacidad de razonamiento, y la locura con la incapacidad para llegar a hacerlo; “perder la razón”, será también “perder la palabra”. Pero, ¿cómo escribir el silencio en la etnografía? Mi elección (desarrollada en la tesis doctoral que estoy llevando a cabo: Memoria y submemoria: mujeres hueco como espejo del orden social y moral) es transmitir el silencio a través de frases cortas, repeticiones y elipsis representando pensamientos, emociones y sensaciones entrecortadas. Este lenguaje está basado en cartas encontradas en el Archivo de un psiquiátrico del País Vasco y en los textos escritos en el taller de literatura que he impartido durante un año en la misma institución. Mi planteamiento es que nos acercamos más a las personas etnografiadas si utilizamos como guía en la construcción textual la manera de comunicar que ellos/ellas emplean. Subvertir la escritura académico-científica es también un instrumento feminista. Esta escritura es emblema de racionalidad y objetividad y tiende a transmitir el modelo de masculinidad hegemónica. Trinh T. Minh-ha (1989) en Woman, Native, Other propone que es a través de la escritura como los opuestos de los binarismos esencializados (entre ellos, racionalidad-locura y masculino-femenino) pierden sus diferencias y llegan a convertirse en intercambiables. Propongo subvertir el orden establecido convertiendo el silencio en positivo; dejandole espacio al silencio en la construcción textual, conseguimos que esas personas locas condenadas al silencio sean parte del texto. Susan Sontag (1997) dice en su artículo “La estética del silencio” que a medida que disminuye el prestigio del lenguaje, aumenta el del silencio. Añado que el prestigio del silencio aumentará, entre otras cosas, representándolo.

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