REIFICACIONES DE GÉNERO EN LOS UNIVERSOS FICCIONALES DE LOS VIDEOJUEGOS.
La literatura, el teatro, el cine crean mundos anclados en normas y creencias sociales para que nos parezcan verosímiles y podamos disfrutar de ellos. En estos mundos ficcionales podemos modificar determinados elementos para obtener una narración entretenida mientras que suficientes elementos permanezcan previsibles.A estas manifestaciones artísticas se le ha sumado recientemente el mundo de los videojuegos que añade una dimensión muy interesante en el tratamiento de los mundos ficcionales. Sobre todo cuando aplicamos la teoría de género a las representaciones culturales y narraciones que proyectan.Las narraciones clásicas fijan un camino narrativo que el espectador o lector recorre reconociendo elementos afincados en sus creencias y, al tiempo, disfruta de los retos emocionantes que proporcionan los elementos ficcionales. En este aspecto, la teoría de género es crítica con la reificación de modelos de género patriarcales que permanecen en las narraciones denunciando las narraciones apoyadas en los modelos patriarcales como herramienta de reproducción de dichos modelos.La capacidad de agencia en las narraciones tradicionales está limitada al mismo medio y a la implantación progresiva de valores críticos. Con el caso de los videojuegos, la reproducción es siempre subversiva desde el momento en que las narraciones propuestas en los universos ficcionales videojueguiles requieren obligatoriamente de la interacción de un jugador para disfrute de la narrativa. La narrativa siempre depende de la interpretación y decisiones de la persona que juega, subvirtiendo la misma concepción patriarcal de una narración videolúdica al poner en manos de una mujer la historia por medio del gameplay.
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