En las dos últimas décadas y como resultado de la economía liberal, en el campo mexicano, y sobre todo en las áreas rurales cercanas a las grandes ciudades se comenzó a desarrollar un nuevo y acelerado proceso de urbanización.En el caso de Yucatán, y del municipio de Mérida en particular, los ejidos fueron utilizados por décadas para la producción de henequén y actividades de subsistencia; en este sentido, para las familias, el campo era un lugar de trabajo y también el entorno en el cual se desarrollaba la vida de los habitantes rurales. Los ex ejidatarios conocían dónde podían acceder a agua y lugares sombreados para descansar en sus caminatas de un pueblo a otro o la ciudad,así como el tiempo que les llevaría llegar a uno u otro lugar.Además, las largas estancias en el campo les permitían tener un conocimiento sobre las diversas plantas de su entorno y los animales y aves de los que hacían distintos usos. En este sentido, en el trabajo se discuten como se ha dado este proceso, quienes son los actores involucrados, los conflictos que ha ocasionado la compra venta de tierras y la perspectiva que tienen los pobladores originales de estos cambios y cómo les afecta en su vida y en la toma de conciencia sobre su entorno.    

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