Desde la década de 1970, como resultado de la crisis mundial de la producción henequenera, el municipio de Mérida, Yucatán entró a una nueva dinámica socioeconómica caracterizada por movimeintos migratorios de los campesinos ejidatarios desplazados de las actividades agropecuarias hacia la ciudad en busca de trabajo. Con el paso de los años, estos migrantes rurales se establecieron en terrenos nacionales o ejidales de la perifieria de la ciudad, que posteriormente dieron paso a la conformación de decenas de nuevos asentamientos populares en el sur de la capital de la entidad yucateca. Desde esta perspectiva, el objetivo del trabajo es discutir los cambios y persistencias en la identidad cultural de los pobladores de origen maya, sobre todo entre el grupo etario jóven no mayor de 30 años que viven en estos asentamientos periurbanos, como resultado de su interacción con la sociedad urbana más amplia. En otras palabras, reflexionaremos acerca de qué cambios y persistencias se pueden observar hoy día no sólo en la vestimenta, el uso de la lengua maya, sino principalmente en la concepción de sí mismos como herederos de un bagaje cultural que los identifica como ciudadanos de origen maya.

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