El proyecto del Arco Minero del Orinoco (AMO), lanzado en 2016, demostró que los gobiernos Bolivarianos no han sido capaces de superar el extractivismo y el capitalismo rentista como fundamentos estructuradores del estado Venezolano y su política. Pero simultáneamente confirmó que estos gobiernos siguen siendo apoyados por bloques constituidos por fracciones de clase heterogéneas pero amalgamadas alrededor de una demanda central de desarrollo socioeconómico. A partir del caso del AMO y de mi experiencia de trabajo de campo en la Gran Sabana venezolana desde 2004, esta ponencia reflexionará sobre los reajustes que la minería a gran y pequeña escala, pero también las alternativas turísticas a dicha actividad, están produciendo en las formaciones de clase del país, y particularmente en tierras indígenas.

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