La comunicación que se presenta tiene como objetivo esbozar el proceso de construcción ciudadana de las poblaciones afrodescendientes en México. Me refiero poblaciones que el Estado mexicano identifica como Afromestizos o Afromexicanos: descendientes de esclavos coloniales mezclados en las sociedades de varios siglos y localizados en espacios urbanos como rurales. Estas poblaciones no aparecen en representaciones, símbolos y vínculos sociales relacionados con la construcción de la nación, fueron consideradas como hecho histórico, cuyas huellas serían borradas por el mestizaje. Desde inicios del siglo XXI, la reivindicación de estas poblaciones tomó fuerza y exigen reconocimiento como parte de la diversidad cultural y étnica en el país. Lo anterior, interpela al Estado y cuestiona la manera en que deben reconocerse y las políticas públicas a implementarse ante la discriminación, exclusión y pobreza en la que viven. Las instituciones del gobierno central aún definen de qué manera integrar a los afrodescendientes como sujetos de derecho y beneficiarios de políticas, como el caso de pueblos indígenas. Actualmente la movilización afrodescendiente es cuestionada, en tanto aparece fragmentada y desestimada por su baja densidad numérica en el país. No obstante, la fuerza de los grupos organizados, principalmente en los estados de Guerrero y Oaxaca, cobró fuerza y eco en el entorno político internacional y académico, espacios que han legitimado su presencia y movilización política.

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