Mi objetivo en esta comunicación es exponer el papel de la gestualidad y el movimiento corporal como elementos constituyentes y transformadores de una identidad colectiva basada en un gusto musical común, y como “incorporadores” del sujeto a la escena musical local. La comunicación se centra en los movimientos corporales relacionados con la música pero no productores directos del sonido, realizados por los músicos y el público durante el concierto de jazz.Parto de las hipótesis de que existe un repertorio de movimientos corporales y gestual característico de culturas o escenas musicales determinadas -aunque a veces existan movimientos comunes entre escenas-, de que estos movimientos tienen un origen temporal y espacial, y de que su trasmisión se realiza fundamentalmente de forma no verbal.El movimiento corporal y la gestualidad son elementos centrales del concierto -la performance musical en directo ante una audiencia- ya que el cuerpo es la base vital de la producción y percepción del discurso sonoro y visual. Estos movimientos corporales son causa y efecto de los significados y sentimientos compartidos por los miembros de una escena musical local.La investigación está basada en el trabajo de campo etnográfico realizado en la escena musical local barcelonesa del jazz. Con “escena musical local” me refiero a la actividad social centrada en un genero musical particular y que tiene lugar en un espacio delimitado y un lapso de tiempo específico en los que, colectivamente, músicos y aficionados producen, consumen y dan significado a un gusto musical compartido.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo