En este trabajo nos interesa indagar la relación entre corporalidad juvenil  y música “cristiana- evangélica” considerando las prácticas de los jóvenes evangélicos y los modos de experimentar  sus creencias religiosas. En este punto postulamos que la creencia se manifiesta, se asienta en el cuerpo como un territorio de vivencia y expresión  de lo sagrado. Proponemos un análisis  de la corporalidad juvenil evangélica en dos dimensiones: el cuerpo juvenil y su imagen en tanto espacio de disciplinamiento y regulaciones sociales y religiosas, y el cuerpo como locus donde es posible experimentar, “sentir” la creencia. En esta última perspectiva es donde buscamos ahondar en este trabajo, indagando las relaciones entre música, performances evangélicas y corporalidades, considerando de modo relacional los conflictos y disputas de sentido respecto a los modos en que se experimenta la creencia. En base a nuestro trabajo etnográfico con grupos juveniles evangélico- pentecostales sostenemos que el cuerpo otorga nuevos significados sociales a la práctica religiosa y resulta en una lente potente para observar las dinámicas  sociales contemporáneas,  en nuestro caso vistas desde una perspectiva que considera lo generacional y los cruces entre lo “secular” y “lo religioso”.