En el análisis sobre la discriminación en nuestra sociedad globalizada, el enfoque interseccional resulta esencial, como marco conceptual que integra las múltiples formas de discriminación y sus intersecciones, más allá de las presuntas experiencias colectivas, entendidas como resultados de las diversas expresiones de la exclusión y de procesos identitarios sociales. Subscribimos así una aproximación que, más allá de reconocer la existencia de las diferentes formas en las que se experimenta la discriminación múltiple, se refiere también a la diversidad de mecanismos de resistencia a la misma. Basada en una investigación etnográfica multi-situada llevada a cabo en distintos puntos de Europa, esta contribución explora de qué modo la experiencia personal de la discriminación múltiple determina las expresiones de resistencia y el uso de los mecanismos de denuncia  frente a la discriminación múltiple. Una exploración que interpone la interseccionalidad no sólo desde el ámbito conceptual, sino también desde el enfoque subjetivo de las acciones cotidianas que dan cuenta a una realidad de discriminación. Un marco en el que resulta ineludible reflexionar, además, sobre la pluralidad de los actores involucrados en una realidad multidimensional que incumbe la experiencia de discriminación vivida, las acciones de resistencia, y el escenario de procedimientos y mecanismos de denuncia existentes. De este modo el análisis expone también la brecha existente entre la internalización de la experiencia de discriminación múltiple, la significación interseccional en el debate académico y la conceptualización de la misma por parte de las instituciones que gestionan las denuncias discriminación por género y racismo.